La democracia moderna exige que el poder que influye en la constitución de la sociedad política pueda ser controlado democráticamente y que ayude a que este sistema se perpetúe como garantía de las libertades de la ciudadanía. Con el desarrollo de las técnicas en las comunicaciones, la prensa hablada y televisada, que utiliza las ondas que son recurso natural del estado, ha adquirido un rol relevante en la vida política de la comunidad. Muchas personas y partidos que nominalmente tiene derecho a participar en las elecciones y las tareas de conducción pública, se ven bloqueados en sus posibilidades de entablar esta relación con el electorado, o ven distorsionado su mensaje por parte de quienes conducen los programas o los titulares mismos de las concesiones. La democracia moderna debe de encontrar remedios para que este fenómeno no se presente, pues con ello se les quita a las personas la verdadera capacidad de elegir, erigiéndose los dueños de los medios en una especie de porteros del sistema democrático que se reservan el derecho de admisión. Este trabajo propone soluciones concretas que compatibilizando los derechos a la conducción de la concesión, impida que a la ciudadanía se le prive de conocer todas las alternativas y que a los actores políticos se les niegue el derecho a participar en el proceso con un mínimo de igualdad y revisa las respuestas que la justicia constitucional ha dado a propuestas previas
enderezadas con el mismo fin en el conflicto entre la propiedad privada y la necesidad de servicio público democrático.
Modern democracy requires the power influencing the constitution of the political society be controlled democratically and help the system to be perpetuated with due guarantees of its citizens’ freedoms. With the development of communications technology, radio and television, which use bandwidth that is a natural resource belonging to the state, has acquired a relevant role in political life. People and parties that nominally have rights to participate in public elections and public service, may be blocked from establishing such a relationship with the electorate. Their message may be distorted by those running the programmes or owning the broadcasting concessions. Modern democracy must find remedies to avoid this from happening. Otherwise people’s right to choose is undermined and media owners become like goalkeepers of the democratic system, able to reserve rights of admission to their own. This article proposes specific solutions so that the rights to operate a concession are made compatible with guaranteeing that citizens are not deprived of their right to be apprised of all the alternatives and that political actors are not denied the right to participate in the process with a minimum level of equality. It must review the way that constitutional justice has responded to previous proposals to ensure that the conflict between private ownership and a democratic public service is correctly addressed.