Resumen:
La declaración de voluntad de una persona es
el acto de exteriorización del querer interno. Lo
deseado se expresa con la finalidad de lograr lo
querido y sus efectos legales. Declaración y voluntad
deben resultar coincidentes, tener un mismo
norte, formando una sola unidad que logrará producir
el fin práctico y los efectos jurídicos deseados.
La voluntad interna no interesa al Derecho sin
su exteriorización; debiendo –el medio empleado–
ser idóneo para expresar dicha voluntad. En tal
sentido, la suma de la voluntad interna y la exteriorización
de la misma nos da como resultado un
hecho voluntario.