Resumen:
Nadie como un vampiro para pensar en el problema de la inmortalidad. A pesar o a causa de toda la sangre derramada, ellos han atravesado diferentes épocas y han acumulado dentro de sí sus propios dramas existenciales. Quien escribe se ha sentido atraído por tres casos distintos de estos seres fantásticos y eternamente anacrónicos.