Resumen:
Tras reafirmar el predominio de la ley como fuente del Derecho Tributario, el doctor Altamirano expone sus anomalías, detallando cuáles son los “particularismos de la ley que desorientan al operador jurídico” —entre ellos, los grandes intereses públicos del Estado, la autonomía funcional de la Administración, la pérdida de la posición originaria de los particulares frente a determinados sectores del Derecho y la superabundancia legislativa— logrando que con ello, comprendamos que la ley (como toda creación humana) no es un instrumento infalible.