Resumen:
Coca-Cola identificó en el 2011 que había un buen momentum de construir marca con la identidad
peruana a través de pilares como gastronomía, diversidad y progreso, pero esta tenía una percepción
de “muy extranjera”, lo que le venía haciendo perder terreno en lo emocional y, en consecuencia,
en participación de mercado. Se planteó el desafío de realizar una “Reconexión con los peruanos”
sin perder su condición de marca global ni invadir territorios de Inca Kola, marca tradicionalmente
vinculada con la peruanidad.
Como marca global, Coca-Cola contaba con todas las credenciales suficientes para esta reconexión,
pues diferentes properties de la marca hacían match con cada uno de estos pilares, con los cuales
desarrolló tres campañas paralelas. Así, la gastronomía hacía match con “Combinación de comidas con
Coca-Cola”, lo que facilitó la campaña “Mmmm… Ahhh”; el progreso hacía match con “Optimismo”,
con lo cual desarrolló la campaña “Razones para creer en un Perú mejor”; y la diversidad, con
“Relevancia cultural”, lo cual llevó a la campaña “Historias reales de felicidad”.
Los resultados de las campañas permitieron la esperada reconexión, superando ampliamente sus
objetivos en indicadores clave como “Identificación peruana” y combinación de las comidas, además
de aumentar su participación de mercado y crecer en volumen.