Resumen:
Aunque América Latina es la región más afectada por la delincuencia en el mundo, se
sabe muy poco sobre los costos que genera este fenómeno, menos aún de los costos
sociales. Aprovechando seis rondas del Barómetro de las Américas (2004-2014), el
objetivo de este trabajo ha consistido en estimar el costo no monetario de la
victimización en términos de percepción de inseguridad, capital social y percepción de
la democracia para 16 países latinoamericanos. La estimación, que se hizo siguiendo la
metodología de propensity score matching, muestra como resultado que el costo de la
victimización se expande a diversos aspectos sociales; por ejemplo, el género es un
factor diferenciador importante en detrimento de las mujeres. Además de incrementar la
percepción de inseguridad y reducir la confianza en las instituciones encargadas de la
prevención, el control y la sanción de la delincuencia, la desconfianza se desplaza a
instituciones sin este rol, a terceros, y afecta la propia percepción del barrio y la
legitimidad de la Policía. En lo positivo, la victimización incentiva la participación en
organizaciones, aunque este efecto se aprecia especialmente en el quintil más pobre,
donde el recurso de mayor disponibilidad no es el económico sino la organización
comunal.