Resumen:
En lo que supone una revalorización de su obra en tiempos recientes, el tratamiento de Leone sobre uno de los géneros más longevos del cine plantea una retórica alternativa. Una desmitificación que, irónicamente, creó una nueva mitología, moralmente ambigua y marcada por la violencia. Encarnada en dos películas concretas, El bueno, el malo y el feo (1966) y Érase una vez en el Oeste (1968), esta “antirretórica” propone una reformulación casi total de las convenciones previas del género.