Resumen:
Si hay algo difícil en la gestión pública, eso es gestionar el Ministerio del Interior. Lo técnico se mezcla con lo político, pero también con la urgencia de resultados y el reclamo de más castigo de parte de ciudadanos, autoridades estatales y políticos. En este contexto y con un nuevo ministro, es útil plantear una agenda menos evidente (de seis puntos) que se suma a la más obvia: reducir la corrupción policial, mejorar las remuneraciones y el sistema de salud policial, eliminar el 24 x 24 y la protección policial de intereses privados, acercarse a las juntas vecinales, frenar la expansión de la extorsión, etc.