Resumen:
En los últimos meses nos fijamos solo en el delito. Lo ético parece accesorio. “No es delito, solo es una falta ética”. ¿Cómo? ¿Desde cuándo se ha devaluado lo correcto? Pues, desde que la sociedad civil se ha descuidado y ha perdido de vista que nuestro poder no es solo salir a las calles, sino también utilizar nuestras organizaciones para sancionar al corrupto y al incorrecto.