Resumen:
A diferencia de lo ocurrido en otros países, en los que el cine fue descalificado por los sectores sociales altos como un espectáculo de "ilotas", en el Perú encontró inmediata atención en los círculos más exclusivos de la "República Aristocrática". No es casual entonces que en esta etapa formativa del público cinematográfico, que se extiende hasta mediados de la segunda década del siglo XX, las películas se convirtieran en el centro de la actividad social o cultural de instituciones conformadas por personas de nuestra "mejor sociedad".