Resumen:
La comunicación, como un proceso relacionado exclusivamente con los medios y la propagación de mensajes, es una imagen bastante arraigada que, luego de diversos acontecimientos, ha dejado de ser hegemónica. El enfoque marxista-estructuralista, aplicado a la comunicación, sin quererlo, contribuyó a la construcción de este estereotipo donde los medios y sus mensajes aparecían como los actores principales del drama de la manipulación.