Resumen:
La cartelera cinematográfica peruana es fanáticamente sectaria; lo que no trae la UIP o la Warner se margina en el espacio o no viene nunca. Estas empresas sólo traen lo mejor y lo peor de las majors y nada de los indies o de los foreign filmes que, por ejemplo, distribuye con grandes promociones en EE. UU. el sello Miramax, sin representación en el Perú.