Resumen:
La revolución industrial ha transformado profundamente la economía de Europa Occidental. Sus bases medievales recién pudieron consolidarse en el siglo XVIII.
En su primera fase el impacto que tuvo este despegue en lo económico afectó profundamente a la sociedad de la época, creando entornos diferentes y originando problemas en lo demográfico, social y político. Sin embargo, lo más interesante en observar el proceso que ayudó a elaborar un nuevo tipo de sociedad, con sus ventajas y crisis propias, así como la lenta formación de mentalidades colectivas propias de un mundo en cambio constante a partir de esa primera fase de la industrialización.