Resumen:
La confianza financiera en el sistema formal peruano del siglo XXI parece quebrada. La economía peruana permite que actualmente 8 de cada 10 dólares circulen fuera del sistema en una economía de cash que no parece tener visos de ser revertida. Los incentivos a la bancarización parecen haber fallado o ser insuficientes para lograr un cambio. Cada vez queda más claro que los peruanos no empresarios ahorran principalmente en el “colchón” convirtiendo la casa o habitación en una verdadera caja de efectivo con el consecuente riesgo de robo, manipulación o pérdida, mientras que el peruano empresario ahorra principalmente en mercadería y en stock de productos o de materiales que tenga la oportunidad comercial de adquirir y de los cuales podrá tener mucho mayores retornos que los aspirados a tener en cualquier banca o sistema financiero formal.