Resumen:
Frente a la evidencia de la potencial paralización relativa de inversiones mineras de una cartera de proyectos cercana a los $54,000 MM y la cruda realidad de los casi 188 conflictos sociales vinculados al sector minero peruano sumados a los lamentables eventos aparentemente sistemáticos que han desencadenado en tragedias con pérdida incluso de vidas humanas como consecuencia de conflictos puntuales que no han podido ser resueltos (Conga, Tía María, Las Bambas y casos similares) donde el conflicto claramente no ha podido ser superado, es necesario contribuir con ciertas precisiones puntuales en el análisis del proceso experimentado que permitan encontrar un conjunto mínimo de líneas de acción concretas para evitar una sostenida catástrofe social que postergue el desarrollo económico del Perú sustentado en nuestra bendecida y potente industria extractiva local.